🇨🇳 China (II): WeChat y la red ferroviaria de alta velocidad más dominante del mundo
«Cuando soplan vientos de cambio, unos levantan muros y otros molinos» — Proverbio chino ✍️
👋 Hola desde China! Hoy cambio de ubicación y te escribo esta edición de Esto me interesa rumbo a Zhangjiajie en un tren bala (🚄). Me alegro mucho de que la primera edición especial de China haya gustado tanto, gracias por el apoyo (💙). En esta segunda vamos a hablar de otra “Super App” y de lo enamorado que estoy de la red ferroviaria de alta velocidad que han construido en este país. Espero que la disfrutes 😉🤖 Tech Lab
La digitalización de tu vida social en una única aplicación: La historia detrás del éxito indiscutible de WeChat 📲
La semana pasada hablamos de Alipay, la súper-aplicación que domina el sistema de pagos de todo China. Hoy toca dar un pequeño salto y analizar el espacio donde se desarrolla prácticamente toda la vida digital del habitante chino: WeChat. Fundada en el año 2011, WeChat nació como una alternativa local a la mensajería instantánea global (WhatsApp, Facebook Messenger, Telegram) y con el paso de los años se fue convirtiendo en un ecosistema único que centraliza servicios de todo tipo. La clave para entender su éxito está en el lanzamiento de las “mini-aplicaciones” en 2017. Voy a intentar explicarte este concepto desde mi experiencia como occidental recorriendo China por primera vez.
En Europa y Estados Unidos estamos acostumbrados a las grandes tiendas de aplicaciones móviles. Véase, la Play Store de Google en el caso de Android y la App Store de Apple en el caso de iOS. Cuando necesitamos un nuevo servicio (comida a domicilio, por ejemplo) entramos aquí y nos descargamos la aplicación adecuada. El planteamiento chino es diferente, las “súper-aplicaciones” como WeChat o Alipay funcionan como epicentro para todos los servicios que puedas necesitar en tu móvil. Recuerda el ejemplo de la semana pasada: Llegas a una cafetería, te sientas en una mesa que tiene un código QR único, lo escaneas con Alipay, escoges lo que quieres tomar y lo pagas directamente. Ese proceso es posible porque automáticamente se abre una “mini-aplicación” en Alipay que nos disponibiliza la carta de la cafetería y nos gestiona la pasarela de pago final conectada nativamente con Alipay. Este planteamiento simplifica mucho la experiencia y WeChat lo exprimió desde muy pronto. El usuario no tiene que preocuparse de descargar la aplicación correcta en cada momento, abre la que ya utiliza diariamente y ahí mismo tiene la “mini-aplicación” que necesita. Simplificando todo: Cualquier sistema operativo (Android, iOS, Windows) encarnado en una sola aplicación.
Como te estarás imaginando, este sistema de “súper-aplicaciones” genera unas dependencias tecnológicas enormes. La centralización de servicios fomenta redes clientelares donde el éxito o fracaso de una nueva aplicación depende de su integración con WeChat o Alipay porque el habitante chino promedio no está acostumbrado a descargarse nuevos servicios. Ojo porque el caso de WeChat es aún más interesante.
En China casi cualquier interacción interpersonal, ya sea con la familia, con compañeros de colegio o de trabajo, discurre por este canal digital. Los SMS están anticuados, iMessage solo llega a una minoría porque en China la cuota de Apple es pequeña y el uso del correo electrónico no está extendido entre el público general. WeChat también ha absorbido todos los servicios sociales que te puedas imaginar: Compras, vídeos, redes sociales, trámites públicos, etc. Este encierro “voluntario” genera un circuito de información muy diferente al que estamos acostumbrados en Occidente. Si la mayoría del tiempo digital se consume dentro de WeChat, una gran parte de los contenidos se crea y se consume en el mismo espacio. Este sistema maximiza la retención del usuario, ahoga la competencia y favorece el control de la información que se consume dentro.
La comodidad de unificar toda tu identidad digital en una única aplicación es innegable. De hecho, me está encantando utilizar WeChat y objetivamente te facilita todo muchísimo porque reduce las fricciones al máximo. Lo simplifica todo. Pero la cara B también está ahí: Al reducir el espacio legítimo de comunicación a un canal casi único, se simplifica la vigilancia y se facilita el efecto disciplinario. Cuando todos los debates pasan por un único punto, es muy fácil apretar esa bisagra para condicionar la opinión pública. Ojo, que en Europa/Estados Unidos también tenemos que ser conscientes de que, nos guste o no, cada día desarrollamos menos orgánicamente nuestros pensamientos y simplemente repetimos las opiniones que más escuchamos en nuestras redes sociales “de confianza”. Pero aquí en China esas redes sociales están encorsetadas en unos pocos espacios y cualquier usuario que sea expulsado de estos canales se encuentra con una sensación de marginación social difícil de superar.
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📊 Esto me interesa
La Muralla China del siglo XXI: Cómo la red ferroviaria de alta velocidad china pulverizó todos los tiempos, unió territorios y creó miles de oportunidades 🚄
Esta edición de Esto me interesa se ha cocinado en el asiento de un tren de alta velocidad que conecta en apenas 6 horas de viaje dos zonas semi-rurales de China separadas por más de 900 kilómetros de distancia. Estoy encantado, el tren de larga distancia es sin duda mi medio de transporte favorito: Es cómodo, me permite seguir siendo productivo y puedo disfrutar de los paisajes. En la última década, China ha hecho una apuesta total por esta infraestructura y en 2025 sus datos son abrumadores: Tienen una red ferroviaria de alta velocidad de más de 45.000 kilómetros y el 70% de este tipo de infraestructura mundial está en China. Atento a la historia detrás de su éxito.
En apenas algo más de una década, China ha levantado una obra de ingeniería que algunos comparan ya con la construcción de la Gran Muralla. Sus propósitos son claramente diferentes: Una respondía a objetivos defensivos y esta última a fines logísticos. Pero las dos comparten una magnitud sin precedentes en el mundo. La red ferroviaria de alta velocidad china cubre actualmente el 95% de sus ciudades con más de medio millón de habitantes y enlaza capitales regionales con comarcas periféricas a través de velocidades comerciales de hasta 350 km/h. Esta obra faraónica ha permitido crear la infraestructura vertebradora de la China contemporánea que va más allá de un simple salto en movilidad: Ha rediseñado el mapa económico y social de todo el país.
Este tipo de proyectos, en estos tiempos de récord, probablemente sean solo posibles en contextos de máxima centralización de poder como el de China. Aquí rápidamente se alinearon todas las decisiones regionales, se unificó toda la inversión pública necesaria y se desplegó coordinadamente todo el impulso industrial que hiciese falta para evitar las inercias que habitualmente ralentizan los proyectos de esta escala en Europa. Volviendo a la economía real, el resultado no deja lugar a dudas sobre su retorno: Las dos ciudades más importantes del país (Pekín y Shanghai) conectadas en 4 horas a pesar de estar separadas por 1.318 km. Personalmente, hago varias lecturas de esta obra de ingeniería:
Logística: Han conseguido sincronizar sus cadenas de suministros y han reducido al máximo el coste de coordinar las diferentes regiones del país. Las ciudades intermedias han ganado más peso y las zonas periféricas son más atractivas para la actividad industrial.
Civil: Las conexiones de calidad ahora son una realidad más allá de Pekín y Shanghai. La red de alta velocidad deja de ser un privilegio que pertenece a las capitales y pasa a ser un derecho de movilidad universal que fomenta el intercambio de talento e ideas.
Económica: Allí donde llega el tren de alta velocidad crece la actividad de su economía. La red minimiza el efecto negativo de la distancia, crea nuevos polos industriales complementarios, fomenta el turismo y equilibra mejor el mercado de empleo y vivienda.
Climática: Esta infraestructura traslada una parte importante del tráfico del aire y de la carretera a un transporte electrificado y eficiente que reduce sus emisiones y la contaminación local.
La ambición de la red ferroviaria de alta velocidad china va más allá: Para 2035 planean desplegar un Hyperloop que conecte Shanghai-Hangzhou (separados por 175 km) en 15 minutos y quieren digitalizar todo el servicio ferroviario con sistemas inteligentes que mejoren la seguridad con mantenimiento predictivo y programación dinámica de frecuencias según demanda real en vivo. Todo esto coordinado con planes complementarios de movilidad intraciudad (metros urbanos, taxis y coches autónomos). No me quedará más remedio que volver dentro de unos años y comprobar personalmente la ejecución de todos estos proyectos 😉
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📷 Portada de la semana
Intento estar con los ojos bien abiertos y oídos bien afinados en todos mis viajes. Quizás China sea el destino donde más importante está siendo para mí analizar cada detalle. Después de visitar la gran ciudad de Shanghai, pusimos rumbo a la zona de Guilin. Aquí descubrimos un entorno mucho más rural y auténtico donde el trato personal cambió totalmente. Los vecinos de Xingping fueron siempre más cercanos y cálidos. Nuestras interacciones aquí las sentí mucho más genuinas que en Shanghai, donde percibí que todo giraba en torno a la transacción: En el momento que comprabas su producto o servicio la conversación se cortaba automáticamente. A las orillas del río Li nos reencontramos también con nuestra inspiración fotográfica y pudimos inmortalizar este momento inolvidable. Espero que te guste 💙
📽️ Rincón de pensar
La historia del líder que está cambiando la historia de China y la parte más bonita de los relojes de lujo ⏰
El ritmo de podcasts y vídeos que consumo diariamente ha caído de manera drástica durante este viaje. China es un destino demasiado amplío y complejo, requiere de toda mi atención. Aún así, meses antes de tomar el primer avión, un buen amigo me recomendó este episodio de la sección “En la mente de…” de El Orden Mundial. Buenísimo, la historia de Xi Jinping narrada de principio a fin. 100% recomendable para entender muchos de los cambios que se están viviendo en China 🤓
El mundillo de la relojería mecánica me interesa muchísimo desde hace un par de años. Desde pequeño me han gustado los relojes y poco a poco he ido adentrándome en la artesanía detrás de esta industria. Este vídeo me ha gustado porque va más allá de los precios y el lujo, transmite muy bien el cariño detrás de cada pieza mecánica. Me encanta la tradición familiar de la Relojería Nemesio en La Coruña, 👏
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